La-torre-de-las-calaveras


Burj Al-Rus: la torre de calaveras que desafió a los españoles


Burj Al-Rus (literalmente “torre de calaveras” en árabe) es el nombre que recibía una construcción situada en la isla de Yerba, en la costa de Túnez. Se trataba de una pirámide de cráneos de españoles unidos por argamasa, situada cerca de la costa, en un lugar óptimo para desembarcar, hacia el oeste del fuerte Burj-es-Sook (“torre del mercado”). Su altura era de treinta y cuatro pies (10,3 m) y el diámetro de su base de veinticuatro (7,3 m). Las calaveras se encontraban superpuestas sobre una base de huesos de brazos y piernas.

La historia detrás de Burj Al-Rus


Burj Al-Rus fue construida en el siglo XVI por el temido corsario otomano Turgut Reis, más conocido como Dragut, tras una victoria sobre una expedición española. Dragut era un pirata que se había hecho famoso por sus incursiones y capturas en el Mediterráneo, especialmente contra los reinos cristianos. En 1559, una expedición española intentó poner fin a su amenaza, pero fue derrotada por Dragut y sus hombres. Como acto de venganza y demostración de poder, Dragut decidió construir un monumento con los restos de sus enemigos derrotados.

La batalla que dio origen a Burj Al-Rus


La batalla que dio origen a Burj Al-Rus tuvo lugar el 8 de octubre de 1561, cuando Dragut atacó la isla principal de la isla de Yerba con unos 5.000 hombres. Los españoles habían desembarcado en la playa e invadido la ciudad principal del pueblo Esook (hoy Djerba), pero fueron sorprendidos por Yokdah, el jefe local, que había reunido sus tropas cerca del pueblo Wad-ez-Zebeeb. Los hombres de Yokdah atacaron a los cristianos que se encontraban en Esook con gran violencia y los ejecutaron hasta el último hombre. Mientras tanto, Dragut aprovechó la confusión para atacar a los españoles que se encontraban en el pueblo Wad-ez-Zebeeb con su flota y sus cañones.

Los soldados españoles fueron diezmados por los otomanos y solo unos pocos lograron escapar hacia el fuerte Burj-es-Sook. Allí se refugiaron junto con otros supervivientes cristianos que habían llegado antes desde Malta o desde otras islas cercanas. Sin embargo, Dragut no se conformó con haberlos derrotado y decidió construir una torre con las calaveras y otros huesos que había recogido del campo de batalla como trofeo macabro.

La demolición y el legado de Burj Al-Rus


La torre permaneció en pie como un recordatorio mudo del horror y la crueldad del conflicto entre otomanos y cristianos durante varios años. Sin embargo, también fue testigo del cambio político que se produjo cuando Túnez pasó a formar parte del Imperio otomano tras ser conquistada por Murad IV en 1574. El bey (gobernador) otomano ordenó demoler la torre en 1848 para evitar posibles disturbios o rebeliones entre los habitantes locales. Los restos humanos que constituían la torre fueron enterrados bajo tierra.

Aunque Dragut fue asesinado en 1565 durante el asedio otomano a Malta, su legado perduró. La torre no solo sirvió como una estructura defensiva o intimidatoria para los futuros invasores o rebeldes, sino también como un símbolo cultural e histórico para los habitantes locales e internacionales. La torre ha sido objeto de numerosas leyendas e historias populares sobre su origen misterioso o su significado oculto.